El debate previo a las elecciones del 20d ha llenado titulares, editoriales y las mejores webs y cuentas de twitter de humor hilarante. Pero ¿cómo lo ha visto nuestra comunidad científica?
Los neurólogos no dan crédito. Especialmente los que se dedican a la neurofisiología. Nos han dicho que están planteándose, desde ya, estudiar a fondo el sistema nervioso de Pablo Iglesias, la falta de memoria de Soraya, el nerviosismo exacerbado de Rivera y la falta de conexión neurológica de Sánchez.
Por otro lado, los neurólogos de países anglosajones no entienden nada. El candidato de la coleta necesita unas cuantas clases más de inglés; gracias a su patinazo al mencionar a la consultora Price WaterHouse Coopers (se refirió a ella como House Water Watch Cooper), horas después algún avispado incluso ha creado una página web. Una consultoría de nombre absurdo, sin duda, que se ha presentado como “una alternativa sólida, fiable y posible a todas esas empresas de consultoría con nombres impronunciables que solo confunden a las personas con coleta o dislexia”.
Los biólogos siguen sin entender el comportamiento de esta especie, la de los políticos ¿Qué diantres les hará comportarse como niños en el patio de un colegio? Tú más, tú peor, tú sí que sí. Desde luego, todos y cada uno de ellos merecen un estudio genético a fondo.
Psicólogos y psiquiatras todavía están con la boca abierta. Y esto es porque parece ser que Rajoy ha desarrollado en los últimos días una galopante agorafobia que le ha impedido su asistencia al debate.
De nuevo, menos mal que nuestros científicos pueden afinar mucho mejor sus tesis cuando se trata de analizar y validar nuestros proyectos de Capital Cell. Así que, si quieres invertir en algo más fiable y rentable entra en Capital Cell y descubre proyectos que nos cambian la vida. Porque estos políticos, de momento, parece que no lo van a hacer.