Los has visto, no lo niegues. Y, muy probablemente, te has reído con alguno de ellos, aunque seas un defensor a ultranza de los derechos de los animales y no te guste lo del chiste fácil. Hablamos de los vídeos de gatos y pepinos. Por si acaso, te dejamos con uno de ellos.
La pregunta, que ya empieza a buscar respuesta científica, es ¿Por qué? Hay teorías que afirman que simplemente se trata de un truco basado en la sorpresa. Si te fijas, en la mayoría de vídeos los gatitos están comiendo plácidamente su deliciosa ración de whiskas, sin sospechar que sus dueños quieren convertirles en las nuevas estrellas de youtube. Es lo que sostiene IFLScience. Por otro lado, especialistas en el comportamiento de los animales afirman que los gatos pueden pensar que el pepino es una serpiente u otro depredador en posición de ataque. Con lo cual, cualquier otra planta o verdura provocaría el mismo terror en los felinos.
Mientras los científicos se ponen de acuerdo para elaborar una teoría definitiva sobre el curioso caso del gato y el pepino, nosotros –que estamos todo el día hablando de biotecnología- nos hemos preguntado qué ha aportado esta disciplina a la humanidad a la hora de responder preguntas sobre grandes temas. A modo de ejemplo:
¿Por qué brillan las luciérnagas?
Su luz ha fascinado a miles de personas a lo largo de la historia. Si dicen las malas lenguas que hasta Caravaggio utilizaba polvo de luciérnaga para sus cuadros ¿Y cómo salimos de dudas sobre el origen de su luminiscencia? Pues gracias al francés Raphaël Dubois, que se decidió a diseccionar luciérnagas en masa hasta dar con una respuesta: una encima llamada Luciferasa. Esta proteína, de nombre casi tan terrorífico como los pepinos, se utiliza actualmente en uno de los métodos de secuenciación del genoma, la pirosecuenciación. En cristiano: que permite “leer” nuestros genes y saber cosas como qué enfermedades genéticas hemos heredado, o qué genes determinan el color de nuestros ojos.
Si Dubois levantara la cabeza alucinaría con los avances que la biotecnología puede aportar al ser humano actualmente. En Capital Cell tienes algunos ejemplos. Mint Labs se ha propuesto acelerar la cura de enfermedades del cerebro como el Alzheimer, el Parkinson o la Esclerosis Múltiple. Estas son la “Champions” de las disfunciones neurológicas, pero hay muchísimas más. ¿Y si conseguimos diagnosticarlas antes de que presenten síntomas clínicos, antes de que hayan iniciado su curso y destruido regiones significativas del cerebro?
Hablando de respuestas, esta última pregunta ya tiene una. Hay que entrar dentro del cerebro, sin dañarlo, y realizar un mapa-gps del mismo. Y en eso estamos desde nuestra plataforma de crowdfunding biotecnológico. ¿No crees que es buena idea invertir tu dinero en un proyecto que puede cambiar la vida de tantas personas? Descubre más sobre Capital Cell y Mint Labs aquí.