Hoy se ha publicado el estudio del Cambridge Center for Alternative Finance sobre financiación alternativa en Europa en 2015.
En los últimos años el estudio del CCAF se ha convertido en el termómetro del crowdfunding a nivel mundial. ¿Y qué nos dice sobre el 2015 en Europa (y España)?
A nivel europeo, el crowdfunding sigue avanzando más o menos al mismo ritmo desde 2011: entre 2014 y 2015 ha crecido un 92%, y representa ya un total de 5.431 millones de euros. El mercado sigue dominado por el Reino Unido, que representa casi 4400 millones de ese total; pero excluyendo a nuestros proximamente no-vecinos británicos la financiación alternativa creció un 72% en la Unión Europea, hasta un total que por primera vez supera los mil millones de euros.
La mayor parte del pastel sigue correspondiendo al mercado del préstamo online, con un considerable avance de los préstamos a empresas – aunque los préstamos a personas siguen siendo la forma mayoritaria de financiación alternativa. Sin contar el Reino Unido, los préstamos online movieron en Europa casi 600 millones de euros, y empiezan a convertirse en un negocio jugoso. Lejos de los 4.000 millones que se mueven en Reino Unido, eso sí.
A nivel mundial, parece que Europa sigue pagando la diversidad y complicación de sus sistemas financieros y legales – y quizá también un excesivo conservadurism: la financiación alternativa sigue siendo mucho más pequeña y sigue avanzando más lentamente que en el resto de las grandes economías mundiales. Si en 2013 el mercado europeo era 3,6 veces más pequeño que el asiático y 2,8 veces más pequeño que el americano, en 2015 Europa la financiación alternativa ya mueve 17 veces menos capital que Asia y 6 veces menos que América.
¿Y España?
Algunas claves sobre 2015 en España:
- El mercado de la financiación alternativa crece un 39% hasta los 50 millones de euros, muy por debajo de la tasa media europea (72%)
- Los mercados que más crecen son el del préstamo (21,8M), el del Inmobiliario y el del descuento de pagarés – junto con el crowdfunding de donación
- el Crowdfunding de inversión, o equity Crowdfunding, no solo no creció sino que registró un notable descenso – cayó un 49%
- España cae del 5º al 14º puesto en el ránking de inversión per cápita, con una cifra de €1’08 por persona. Cincuenta veces menos de lo que gasta en helados, y 236 veces menos que en cerveza 🙁
El sector del crowdfunding estaba dividido acerca de la necesidad de regulación, y 2015 ha sido el año en que ésta ha llegado (en forma de Título V de la Ley de Fomento Empresarial de abril de 2015). Y esta legislación es una de las explicaciones, según el CCAF, del descenso del equity crowdfunding – un fenómeno único en el mundo, prácticamente.
Tal como algunos ya anticipaban, la regulación ha resultado excesivamente dura de cumplir para el ecosistema de startups “fintech” español, y muchas han dejado de operar – mientras que otras, entre las que se cuentan Capital Cell, han dedicado una cantidad gigantesca de horas y recursos a cumplir con la regulación.
Pero curiosamente el miedo al crowdfunding se encuentra también… ¡en las propias plataformas!
Respondiendo a “Cuales son los mayores factores de riesgo para el sector”, las plataformas perciben un 40% más de riesgo que sus homólogas francesas, holandesas o alemanas en todos los factores propuestos. Y el factor de mayor preocupación fue… la ley española: el 53% de plataformas perciben como de “muy alto riesgo para el sector” la regulación nacional (por comparación, un 11% en Holanda, un 10% en Alemania o un 4% en Francia).
Las cifras de este estudio son prometedoras, y es fantástico ver como la financiación alternativa está manteniendo su crecimiento, con todos los indicadores de ir a convertirse en un pilar básico de la economía. En otras palabras, da la impresión de que la financiación alternativa pronto dejará de serlo, y evolucionará hacia ser un sector financiero “mainstream”.
Pero desde el punto de vista español, las cifras son francamente desalentadoras. Es de lamentar que un país tan necesitado de dinamizar su economía como España haya desaprovechado la oportunidad de fomentar la inversión privada mediante nuevas herramientas cuya adopción en el resto del mundo es inequivocamente masiva.
Que hi farem.